Muchas carreteras del mundo son tristemente conocidas por la cantidad de accidentes que en ellas ocurren, pero hay una en Alemania que va más allá, no solo por la cantidad de accidentes extraños e inexplicables que en ella ocurren , sino porque todos se producen en un mismo punto que para la gente del lugar esta maldito. El kilómetro 239. Durante muchos años, los lugareños de las localidades alemanas de Bremen y Bremenrhaven, reclamaron a las autoridades una carretera decente que uniera las dos comarcas sustituyendo al antiguo y más que transitado camino existente.
En 1929, ese deseo se hizo realidad y se inauguró por fin la carretera, ahorrando mucho tiempo en desplazamientos de los vecinos de ambas localidades. La carretera más que moderna para la época y muy bien señalizada, rápidamente tuvo gran aceptación y mucho transito.
Pero algo pasaba. Los accidentes de tráfico comenzaron a sucederse de manera alarmante. Al principio se pensó que era por fallo humano, pero las buenas condiciones de la vía, y que en unos pocos meses la cifra de accidentes llegara a cien comenzó a desatar la alarma y se la empezó a llamar “carretera de la muerte”.
Pero el pánico llegaría después, cuando al seguir creciendo los accidentes, se comprobó que todos ocurrían en el mismo punto kilométrico, el kilómetro 239, lo que le valió el nombre de “carretera maldita”. Ese punto era un tramo de carretera recta perfectamente asfaltado y con gran visibilidad.
Las leyendas comenzaron a dispararse y mucha gente evitaba pasar por la carretera y daba largos rodeos, aun así, los accidentes seguían, y muchos testigos relataban a la policía que iban conduciendo con normalidad y al acercarse al kilómetro en cuestión, “una extraña sensación comenzaba a invadirlos, como si una fuerza misteriosa poseyera el coche sacándolo fuera de la carretera a pesar de agarrar el volante con fuerza”
Los campesinos del lugar comenzaron a creer con determinación que la carretera en ese punto estaba poseída e hicieron un exorcismo para alejar al supuesto demonio. Una de las historias locales es que desde ese día todos los aparatos de radio de la zona comenzaron a emitir extrañas interferencias.
La policía comenzó a investigar la zona, y al no encontrar nada anormal, presionados por la gente del lugar contrataron a un experto en sucesos paranormales llamado Carl Wehrs. Carl visitó la zona en busca de actividad magnética con una vara de acero en las manos, pues por la zona pasaba un río subterráneo y Carl achacaba este fenómeno a la fuerza magnética que el rió subterráneo despedía. Pero al llegar al km 239, la vara saltó de manera violenta de sus manos como si alguien la arrojara.
Carl buscó una solución. Enterró una caja de cobre junto a la carretera, con trozo de cobre en forma de estrella. La gente estaba segura que esa estrella era parte de algún conjuro para alejar el demonio que la carretera tenía, y lo cierto es que los accidentes cesaron de inmediato avivando aún más la leyenda del lugar.
Unos días después la caja fue desenterrada y los accidentes comenzaron de nuevo, por lo que las autoridades locales repitieron el proceso de enterrar la caja donde se cree que sigue aún, y desde entonces ningún extraño accidente se ha vuelto a producir en ese punto.
¿Esa caja contiene un conjuro como creen los habitantes de la zona que mantiene calmado al demonio que creen habita en ese punto o es un simple trozo de metal que mantiene el magnetismo de la zona a raya?. Un misterio que quizás nunca se desvele.