Amaro
Rodríguez Felipe y Tejera Machado
Cuando hace pocos días recibí la
propuesta de una buena amiga para que escribiera un pequeño artículo
en su blog con renacida motivación, me sentí en la tesitura de
elegir una temática atractiva por el contenido que del citado blog
se espera. Addimensional puede, a mi juicio, establecerse como punto
de divulgación, encuentro y foro de los más diversos temas. Por lo
que me decidí a traerles en este medio un personaje histórico que
se siente muy cómodo en la versatilidad del universo del misterio:
hablaremos del corsario Amaro Pargo. ¿Cuantos de nosotros podemos
afirmar siquiera haber escuchado su nombre en alguna ocasión?. Bien,
pues este tipo estaba en el top cinco de los piratas en su época
dorada, a la altura de los grandes Drake o Barbanegra.
Contextualicemos al personaje:
Es justo señalar que la piratería (en
su definición más amplia), en un marco geográfico exclusivamente
occidental, es una actividad de rapiña existente desde que el hombre
puso el primer barco destinado al comercio en el agua. Una
consecuencia, por tanto, de las relaciones mercantiles costeras. Más
tarde, constituidos los imperios de ultramar en los siglos XVI y XVII
(España, si, España he dicho, Portugal, Inglaterra, Holanda,
Francia,…), se trazan tantas rutas como se hace posible en una
carrera por el enriquecimiento a costa del Nuevo Mundo, sus recursos
y sus gentes. España es en este momento la potencia hegemónica en
el mar Caribe o de las Antillas. Que
tengas la tarta más grande irremediablemente siempre causará que
todos se tienten a querer coger un poco de ella.
Es ahora cuando hace su aparición la
figura del corsario: un particular con suficientes caudales para invertirlos en
la botadura de un ( o varios) barco y armarlo, siendo patrocinado por la corona
mediante una patente de corso1. Permiso que les da derecho a ejercer el saqueo a
naves y ciudades costeras de las coronas rivales, recalar en puertos sometidos
o aliados de dicho estado, y las obligaciones de auxilio además de rendir
cuentas e incluso entregar porcentajes de lo despojado a su favorecedor. Su
finalidad geopolítica es el entorpecimiento y sabotaje de rutas comerciales
rivales con la prerrogativa de que el asalto de un corsario no era casus belli
suficiente para la declaración formal de guerra al estado ‘patrocinador’, quien
en última instancia se desentendería, ya que como hemos recalcado son
actividades propias de un particular cuya finalidad individual es relativamente
sólo enriquecerse. Si, exactamente lo que pensáis, una artimaña legalista para
joderse y luego saludarse entre reyes, eso si, muy educadamente como si nada.
El postureo no lo inventamos ni nosotros ni facebook.
Otra curiosidad es que por regla se
enarbolaba la bandera estatal mercante con escudo de armas dada su
naturaleza dual: civil y militar; y no una pirata, como en principio
pudiéramos pensar, pues un corsario si tenía patria.
Consideraciones biográficas:
Amaro
Rodríguez Felipe y Tejera Machado
nace ( según qué fuentes el 3 de mayo de 1678) en este
contexto en un lugar que ejercía de puente entre los dos Mundos, San
Cristóbal de La Laguna en la isla de Tenerife. Tuvo que haber
asistido de primera mano a toda la construcción de un aparato naval
capaz de largos, complicados y tensos viajes.
En un pueblo lleno de historias de
marineros, cavernosas tabernas, prostíbulos, del tránsito de
esclavos a Ámerica; mercados, legales y
clandestinos, de aguardiente, vino, ron y azúcar. Lugares en
los que se podía vender y comprar casi cualquier cosa. Tuvo que
crecer con la promesa de una vida de exceso allende el océano, con
la esperanza de una posibilidad de prosperar si se le echaba arrestos
a la vida. Imagínense un nudo de civilizaciones, de rutas navales,
imagínense un sitio en el cual estés donde estés se pueda ver u
oler el agua salada. Eso debió ser Tenerife en aquella época,
bullicio de tránsito. No es de extrañar que Amaro se hiciese a la
mar muy joven. Y es que, como me gusta decir, toda aventura pasa
primero por poseer un corazón osado. Amaro sin duda lo tenía.
Contaba con otra ventaja: su condición
como parte de la burguesía isleña enriquecida de forma exponencial
en este siglo de la rutas de ultramar, lo cual es un eficaz punto de
partida. Dinero llama dinero, dicen.
Pues bien, en este punto sobre el año 1701,
el ya alférez Amaro Rodríguez embarca en una Galera real, el Ave María, donde
destaca de forma sobresaliente en una escaramuza con un navío pirata.
Aprovechando la codicia de los agresores, simula una ficticia rendición
permitiendo trabar combate cuerpo a cuerpo en posición favorable. Hecho por el
que es recompensado con su primera capitanía. Y de aquí al cielo, el monopolio
comercial ejercido por la metrópolis con sus colonias (o Flota de Indias),
permite a Amaro amasar una gran fortuna, mercadeando con esclavos africanos
(negrero), vino y aguardiente (destilado por él mismo) principalmente. Tanto
dinero llega a ganar que pasa de capitán a también armador, propietario y
copropietario de una multitud de barcos constituyendo una flota propia2. Hasta poseer el mayor patrimonio de todas la
islas Canarias.
Parejo a su actividad comercial, se
hace con una de las patentes de corso otorgadas por Felipe V para
aliviar la presión que ingleses y holandeses ocasionan a los
convoyes españoles. Es ahora cuando se convierte en un destacado, y
cuando su figura pasa a ser arropada por leyendas. Ya no se limita a
reaccionar, sino que inflige castigo, a hierro y fuego, a una
panoplia tan heterogénea de enemigos del Estado: principalmente
ingleses, holandeses, turcos, berberiscos y piratas apátridas.
Saqueaba sus mercancías, apresaba o ejecutaba a sus tripulaciones y
hundía directamente las naves que no eran confiscadas o
aprovechadas; de lo que sólo daba cuentas de una forma puntual a una
corona que estaba más centrada ya en no desplomarse que de las
empresas particulares de estos agentes. En todas estas correrías
tuvo encontronazos con otros personajes ilustres como Barbanegra del
que consiguió escabullirse, se batió en duelo personal con
capitanes rivales, fue encarcelado, protagonizó altercados en
cantinas y autenticas batallas campales en barrios rojos portuarios;
fue golpeado, disparado y apuñalado en incontables ocasiones;
engendró sólo un hijo ilegítimo en Cuba y nunca se casó. Una vida
nada sedentaria, digámoslo así. Por su persistencia y lo
escurridizo que se mostraba en el mar buscando su presa entre los
navíos más suculentos, se le conoció como 'Pargo' en clara alusión
al pez de temperamento semejante, y debió gustarle el mote porque
estimuló el uso del seudónimo utilizándolo él mismo con
frecuencia.
Barba negra
Creyente acérrimo y devoto de la
virgen de Rosario, es muy destacable y enigmática la relación de
profunda amistad y dirección espiritual con Sor María
de Jesús conocida como' la Siervita de Dios', a la que atribuía la
capacidad milagrosa de bilocación, ya que la identificó como su
salvadora en una refriega con un turco en Cuba donde casi es
apuñalado fatalmente. En otra ocasión una tempestad de seguro
resultado mortal fue calmada arrojando al agua la reliquia amputada
del cilicio personal de la novicia. La veneró hasta tal punto que
costeó un carísimo sarcófago de cristal en
el Convento
de Santa Catalina de Siena
donde
su cuerpo permanece actualmente incorrupto. El mencionado sarcófago
únicamente es expuesto cada 15 de febrero. Posee tres cerraduras y
sólo podría ser abierto con las tres llaves correspondientes en
posesión hoy del Ayuntamiento de la Laguna, los descendientes de
Amaro y las monjas del convento respectivamente3,
en un orden y sentido específico sólo conocido por las religiosas,
instrucción transmitida por ellas mismas... En Sor María también se manifestaron supuestamente
otros dones y prodigios como sanación, estigmas,
éxtasis,
levitación,
hipertermia
y clarividencia.
Cuerpo
incorrupto de Sor María de Jesús
Podemos imaginar la influencia que un
envejecido y escandalosamente rico Amaro detentaba en su tierra natal
al final de sus días. Personaje conocido y respetado por todos (
incluso hoy), como oligarca: asegurando cierta estabilidad en materia
seguridad pública repeliendo ataques de piratas, bucaneros y
filibusteros de costa en aguas del archipiélago4;
y como benefactor: donando en varias ocasiones parte de su fortuna a
reformas de iglesias, cofradías, a los desfavorecidos e incluso
estableció una capellanía para asistirlos. Algo que entronca con
sus convicciones piadosas.
Accede a la nobleza por certificado
real en 1727 y es titulado 'señor de soga y cuchillo' por Felipe V
que facultaba para castigar incluso con la pena capital. Tal poder se
atribuye.
Muere
el 14 de octubre de
1747,
en su ciudad natal,
honrado como un héroe nacional. Se le
enterró en el sepulcro familiar
de
la Iglesia
de Santo Domingo del mismo
municipio, cuya losa de mármol es ornamentada en su parte superior
por el escudo familiar y en la inferior por una calavera y dos tibias
cruzadas ( símbolo por excelencia de la piratería). Ésta se
representa guiñando un ojo, lo que hasta hoy se reconoce fácilmente
como un signo de un agudo sentido del humor, riéndose de la muerte
en su propio epitafio. Una genialidad de la que sólo los célebres
entre unos pocos pueden.
Lápida
del sepulcro familiar
El tesoro:
Si hay un misterio arquetípico por el
que un pirata debiera ser recordado inevitablemente éste sería
siempre haber escondido un tesoro en alguna parte ¿verdad?, Pargo no
podría ser menos. La hipótesis propone que consistiría en una
cantidad indecente de joyas y botines no declarados a la corona
provenientes de sus actividades como corsario; por lo que es lógico
pensar que esas posesiones nunca constarían en el documento legal de
su testamento. Se ha especulado sobre su ubicación en varios puntos
de la isla de Tenerife hasta el extremo de que su casa de Machado en
el municipio de Rosario ha sido saqueada sistemáticamente por
'indianas joneses' modernos, quedando en un estado deplorable de
ruina ante la pasividad de las autoridades. Si existe o no, y dónde
se hallaría, es parte de la leyenda.
Casa de
Machado
Amaro Pargo es uno de esos personajes
que la tradición oral ha desvirtuado a lo largo del tiempo añadiendo
seguramente a la mezcla elementos románticos y de mito, pero que al
mismo tiempo ha salvaguardado del mas infame de los olvidos,
manteniendo viva su importancia en el imaginario popular, al menos en
las islas afortunadas. Aquellos con un pensamiento científico e
histórico tendemos ( y en principio es nuestro deber) a cuestionar
esta fuente, cometiendo el error de llegar a subestimarla o negar
directamente lo que de ella podemos aprender. Pero planteémonos lo
evidente: un corsario no dejaría prueba, a modo de confesión
escrita, de sus tropelías en alta mar para no ser encausado por sus
acciones, a buen seguro muchas de ellas ilegales. Y por lo tanto no
trasciende hasta nuestros días una visión completa del sujeto,
dejando un gran margen a la epopeya.
Precisamente por esa bruma suspendida
entorno a su figura podemos fantasear y emocionarnos. Podemos incluso
imaginar a un español disputar combate en una recóndita cala
caribeña con un afamado pirata de barbas renegridas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
PAZ SANCHEZ, Manuel de. El Corsario de Dios: Documentos
sobre Amaro Rodríguez Felipe (1678-1747). Archivo Histórico Provincial de
Santa Cruz de Tenerife, 2015.
VV.AA. LAS PUERTAS ATLÁNTICAS: PIRATAS Y
CORSARIOS EN CANARIAS (SIGLOS XV-XIX). CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN, CULTURA Y
DEPORTES DEL GOBIERNO DE CANARIAS, 2007.
Fuentes
imágenes:
-
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b2/Amaro_Pargo.jpg
-http://4.bp.blogspot.com/p8G6YQlMqj8/Tzz7e3R5ejI/AAAAAAAADt0/
wj4LFkd1OyM/s1600/Sor+Maria+J.jpg
- https://mivelerobergantin.files.wordpress.com/2014/01/tumba.jpg?w=584
-
http://www.canarias7.es/ocio/mochila/fotos/9-ppal.jpg
-
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAssIGbOHnpHRHPdYxvalX8Ep22ia85-07gDUCSs2CNwUG39flgcCLgJl_0IZ7cvEyK07FVh7MkX9TtmnFq6di8JxWnFrl3HNLTnf-qgKzmnDIWzYJYBw5eRCou1fylcNJ6cIQ4Qsoz_t6/s1600/Calavera_AmaroPargo.jpg
1 Principal
diferencia con las actividades tan heterogéneas de piratas, bucaneros o
filibusteros.
2 En la
cual destaca su barco favorito y compañero en sus hazañas llamado 'El Clavel'
que disponía de 25 puestos artilleros.
3 En un origen una de las llaves se guardaba en el
convento de Santo Domingo, la otra en el monasterio de Santa Catalina y la
tercera fue entregada a Amaro Pargo.
4 Debido a
su lejanía de la península ibérica, y su realidad de pequeñas poblaciones
costeras diseminadas, siempre ha sido un punto conflictivo en política de
defensa estatal y blanco asequible de la piratería de 'bajura'.
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